Cuando Alex me llamo para decirme que ya tenía el sitio donde querían hacer el reportaje de preboda, les dije que me entusiasmaba la idea!.

Además me dijeron que iban a llevar a su gata Cuca, la cual es muy importante para ellos.

Normalmente en las sesiones de preboda suelen ser ellas quien tiene más predisposición a la hora de ponerse delate de la cámara. En este caso fue todo lo contrario, ya que Marta no es de ponerse delante del objetivo…

Estuvimos hablando y le dije que me proponía el reto de que cuando acabará la sesión me dijera que había disfrutado y que el tiempo se le había pasado volando. Creo que las fotos hablan por sí solas y tanto Alex como Marta disfrutaron mucho de la sesión!

Y es que la complicidad entre los dos, su naturalidad y poder disfrutar de una tarde diferente fue toda una experiencia.